Durante la jornada, dos personas —progenitores que actualmente se encuentran en proceso judicial de adopción de sus hijos—, luego de participar en una audiencia, se presentaron en la delegación profiriendo gritos y arrojando piedras contra el edificio provincial y vehículos particulares. Estos actos provocaron daños materiales en la propiedad y generaron una situación de angustia y de peligro hacia los trabajadores, trabajadoras y familias que se encontraban desempeñando sus tareas.
Asimismo, la violencia ejercida impactó en el normal funcionamiento del CAINA, donde se alojan niños y niñas con medidas de protección sin cuidados parentales, vulnerando el clima de contención y seguridad que la institución procura garantizar.
A través de los funcionarios que se encontraban en la delegación se radicó la correspondiente denuncia penal contra los agresores identificados, y se solicitó refuerzo policial para resguardar tanto al personal como a las instalaciones.
Cabe destacar que desde el organismo no se tolerará ningún tipo de agresión hacia sus equipos y continuará tomando todas las medidas necesarias para protegerlos.